Entre
la publicidad más moderna en los cines destacan nuevos elementos como los
motion posters y el mantenimiento de los vídeo Wall
Actualmente
el cine Imperial no cuenta con muchos canales de información y su publicidad se
reduce a su web, los programas de mano elaborados semanalmente y la aparición
de su cartelera en el Diari de Sabadell. Pero en una época donde el marketing y
la comunicación evolucionan constantemente y los cines empiezan a adoptar
nuevas medidas de publicitar el producto, el cine sabadellense aún se encuentra
anclado en una metodología algo más tradicional. Las redes sociales se intuyen
como uno de los principales medios de reclamo, ya que los cines pueden hacer
llegar su publicidad a un coste reducido una gran rapidez y un gran público.
En
una industria como la cinematográfica donde el producto final que ofrecen todas
las salas exhibidoras es el mismo, adoptar
nuevas medidas que conviertan su cine en un reclamo constante puede ser la
manera de diferenciarse de la competencia. La manera de consumir de los espectadores
cambia a través de lo que el mercado propone y, para ser actual y estar en
consonancia con este, los cines tienden a modernizarse. Publicitar el producto para
que llegue al espectador de manera
rápida y eficaz, intentar convertirlo en un reclamo constante, expandirse en la
red e intentar fidelizar a los clientes son algunas de las fórmulas con las que
se trabaja hoy día por tal de intentar marcar esa diferencia en el producto.
Callarisa Mora Vicenç, uno de los miembros de Publicine Vallès, la empresa
proveedora del Imperial que realiza los programas de mano para estos y otros
tipos de publicidad para varias salas, sugiere a los cines, que aún no lo hayan
hecho que “Sería necesario hacer un
pensamiento y adoptar nuevas fórmulas para captar clientes” y explica la
evolución sufrida por la publicidad en la industria del cine a través de su
propia adaptación a algunos de los nuevos métodos publicitarios que se están
utilizando.
Callarisa
cree cada vez más en la utilidad de las redes sociales y expone que “es la manera de hacer llegar la información
de manera más rápida y cómoda. Crear cuentas de Facebook, Twitter o Instagram
con cara y ojos hace que tengas seguidores a los que puedes tener
constantemente al día, fidelizando así los clientes”. La empresa Publicine
Vallès tiene una página web, www.publicine.net donde aparece la programación de
todos sus cines clientes, como un elemento adicional que ofrecen para que fidelizar
a los mismos. Los suscriptores a la página reciben toda la programación del
cine que seleccionen rápida y periódicamente. Para él la importancia de la red
es patente ya que la propia web de su empresa tiene más de 20 mil suscriptores,
cifras que según su experiencia hacen pensar en la necesidad de que los cines
potencien su presencia en la red. Además uno de los proyectos recientes en los
que ha trabajado es la creación de una aplicación para móviles Apple y Android,
una manera en que los cines también podrían llegar de forma rápida a multitud
de usuarios.
Para
realizar su trabajo, Callarisa utiliza la información que le ofrecen las
diferentes productoras a través de sus servidores en los que él se encuentra
dado de alta. En ellos el material que cuelgan las mismas es amplísimo y reciente.
Un material que se empieza a utilizar como reclamo. Los últimos posters, teasers y trailers de
películas, los definitivos, comentarios de director, post-producciones,
presentaciones, rodaje… son elementos atractivos para la gente cinéfila y
ofrecer estas posibilidades al espectador a través de campañas low cost como
las redes sociales o vía web puede ser una manera de publicitar el producto y
un reclamo muy interesante. Crear una web o una red social donde publicar a
diario esas novedades o curiosidades puede ofrecer ese plus que lleve a los
clientes a decantarse por un cine u otro. También en este tipo de soportes se
puede buscar la comodidad del espectador y empiezan a surgir ya, para algunas
salas, webs en la que además de poder adquirir la entrada, como sucede en el
Imperial, se pueden también adquirir los menús de palomitas. Además el hecho de
no necesitar tan siquiera presentarlas físicamente sino mediante el propio
teléfono y siendo descifrados y picados los códigos vía lector, también
comienza a mostrarse como algo útil. En definitiva ofrecer información al día y
que se pueda consumir desde cualquier punto.
Dos
de los tipos de publicidad más modernos que realiza Publicine Vallès para
algunos cines son el mantenimiento de los vídeo wall y la mediación de los
motion posters y creación de cartelería digital. Los video wall son las pantallas
que hay en los vestíbulos de los cines y que van reproduciendo de manera
continuada trailers o cualquier tipo de vídeo que el cine demande, incluidas
sus promociones. Publicine Vallès prepara las reproducciones que se emitirán en
esas pantallas que pueden ser de hasta una hora y media. Se editan los videos añadiendo
los logos y letras del cine para el que se crean. Para su reproducción existen
dos sistemas, o bien se preparan dvds o bien los cines reproducen las listas a
través de un sistema tecnológico conocido como bright side. Se trata de un
disco duro que solo tiene dos programas, uno de conexión y otro de recepción
conectados entre sí vía internet y utilizando una transmisión de archivos FTP. La
empresa dispone de un dispositivo y los cines de otro y mientras Pubicine
Vallès sube las sesiones preparadas para cada cine, por separado, desde los
receptores se pueden descargar las mismas. En cuanto a los motion posters es la
nueva cartelería con movimiento que está apareciendo. Se trata de los posters de
las películas que preparan las productoras y que contienen efectos. Los cines
preparados para reproducir esta cartelería suelen hacerlo en las taquillas. Publicine
Vallès actúa de mediador entre productoras y exhibidoras y prepara estos
elementos de gran atractivo visual y muy llamativos para aquellos cines que son
aptos para su reproducción. Además para los cines que están preparados también pueden
hacerse creaciones propias que contengan las promociones internas del cine y
que pueden vislumbrarse por ejemplo en el bar.
Hoy
por lo tanto los medios para publicitar el cine son muy diversos y existen
muchas diferencias con la manera en que se hacía treinta años atrás. Callarisa
explica como elaboraba sus primeros programas de mano, de una manera artesanal. Recuerda que entonces lo
realizaba los domingos porque los estrenos se llevaban a cabo los martes y que
lo hacía en unas hojas especiales donde realizaba los cuadros y separaciones
rotring y regla en mano. Los materiales gráficos de las películas los buscaba
en Barcelona, en las delegaciones de las diferentes distribuidoras existentes,
hablando con aquellos que le podían facilitar el material de las películas y
que normalmente le ayudaban a conseguirlo.
Explica que “ibas a los almacenes
de las distribuidoras donde estaban los sacos de las películas y las cintas que
se repasaban una vez que los cines las devolvían y te entregaban unas fichas
donde estaban las fotos de las películas en diferentes formatos según en que
medios fueran publicadas. Ahora todo sale directo de los laboratorios”. Ese
material gráfico, al que Callarisa sumaba los logos de cada uno de los cines
que conseguía de recortes de diarios, se enganchaba y se le añadía un texto
elaborado a máquina antes de acabar en la imprenta. Callarisa desconoce si fue
pionero en este país realizando unos folletos informativos en blanco y negro,
que define como el embrión de los programas de mano, aunque dice “no pondría la mano en el fuego pero si
alguien viniera y me lo dijera lo creería”.
En
una época en que la manera de comunicarse e informar se encuentra en constante
evolución, prestar atención a las nuevas fórmulas de captar clientes surgidas
en el mercado sino significa garantía de obtener mejores resultados si al menos
el intento de trabajar en consonancia con lo que el nuevo público reclama por
tal de no correr el riesgo de quedarse estancado.