domingo, 26 de octubre de 2014

VUELVE LA FIESTA DEL CINE

A partir de mañana y hasta el Miércoles 29 de Octubre puedes adquirir tu entrada a tan solo 2,90 €

   El cine Imperial, así como su homólogo en Sabadell el Eix Macià, forman parte de la iniciativa impulsada por diferentes instituciones del ámbito de la industria cinematográfica y se suman a otros 363 cines en España donde se podrá disfrutar de manera excepcional de unos precios a coste reducido.

   La iniciativa puesta en marcha por productoras, distribuidoras y exhibidores de la mano de FAPAE (Federación de Asociaciones y Productores Audiovisuales Españoles), FEDICINE (Federación de Distribuidores Cinematográficos), FECE (Federación de Exhibidores de Cine de España) e ICAA (Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales) acogerá su séptima edición, una promoción para impulsar el séptimo arte  a la que el Imperial se une como hiciera en las ediciones de 2013 y en la del pasado mes de Marzo.

   ¿Qué significa para el Imperial unos días como los venideros? Tal y como nos explica su personal, sin duda la faena se multiplicará en beneficio de los espectadores. Pero ¿qué supone realmente para una empresa el despliegue que conlleva implícito una reducción de precios atractiva para el consumidor?

   En el caso del cine Imperial, pero que resultaría también aplicable a otras salas, según explican sus encargados, los resultados que se vieron en ediciones anteriores dejan constancia de que la ganancia durante esos días es mínima, si colocamos en una balanza el trabajo desarrollado y el beneficio obtenido. Para llegar a la cifra mágica de 2,90, distribuidoras y productoras aceptaron bajar el porcentaje que les corresponde por entrada, en beneficio del espectador, pero los exhibidores también ceden su parte, y si a eso se le suma el 21% de IVA la operación no resulta muy beneficiosa para las salas. 

   Sin embargo, por norma general, se revitaliza el bar, la gente se anima más al consumo dado que el coste de la entrada le deja más margen. Además esos días existe la posibilidad de que sirvan como gancho para impulsar la asistencia a las salas de aquellos que no acuden a menudo y empiezan en ocasiones especiales como las de la próxima semana. El marketing en este caso es importante y es también la manera que ha encontrado la industria del cine de tratar de incentivar al espectador, mermado por la crisis y los altos precios.
 
Previsiones
   Tal y como nos cuenta la encargada del Imperial Serra Gadea, Sarai las previsiones empiezan ya desde este fin de semana donde se espera menos afluencia de público de la normal, que suele reservarse para los próximos días aprovechando el descuento. El hecho además de que se jugara ayer el clásico del fútbol español entre Real Madrid y F.C. Barcelona, a las 6 de la tarde, también era un factor a tener en cuenta, ya que normalmente el fútbol afecta negativamente a la asistencia,  sobre todo si como en este caso prácticamente tres de las 4 franjas horarias quedan cubiertas por el encuentro.
 
  El personal del Imperial intenta por lo tanto organizarse de manera que el fin de semana pueda cubrir expediente con la mínima gente necesaria, de cara a contar con todos los efectivos el Lunes y más aún Martes y  Miércoles, ya que la experiencia dicta que el transcurrir de los días anima más a los espectadores o reúne a los que van quedando rezagados. Después de la fiesta del cine la faena también es proporcionalmente más baja, y es que el hecho de poder comprar casi tres entradas al precio de una hace que el consumidor más habitual acuda las tres jornadas. Incluso se ven casos en los que algunos espectadores compran a las 4 de la tarde entradas para todas las sesiones y hacen una jornada completa de cine.
 
  Todos estos cambios hacen que la organización de los trabajadores sea diferente. El bar, donde habitualmente hay una persona o como mucho dos, se reforzará y durante estos días contará con 3 o 4 efectivos, además de con las ayudas si son necesarias y en momentos puntuales de la gente de portería (encargada de cortar los tiquetes).  La caja, donde se concentra el volumen de la cola y que habitualmente cuenta con una persona a su cargo, tendrá en esta ocasión en casi todo momento dos. Es muy significativo saber que esto no supondrá ningún problema debido a que cuando el nuevo Imperial emprendió su aventura había 4 cajas disponibles, y por lo tanto a priori está preparado para cubrir la avalancha de espectadores. Los únicos trabajadores a los que el volumen de faena no les afecta son  los operadores, que proyectan para las mismas salas y pases independientemente del aforo de las mismas. Lo que sí resulta imposible es acomodar a los espectadores, al cortarles la entrada se les indica y ellos mismos buscan donde deben acudir. Al final de los pases a la hora de limpiar las salas también es un caos y se hace lo que buenamente se puede.

   Con todo esto suele ocurrir que algunos pases se retrasen en su hora de inicio (pocos minutos) en función de la cola que exista en el momento, tanto en ventanilla como en la entrada y en el bar. Este hecho suele decidirse sobre la marcha, es potestad de la encargada y simplemente es un acto de deferencia cara al cliente, que aunque desconoce que ocurre, y que independientemente de llegar tarde si quiere parar en el bar lo hace, lo acaba agradeciendo.
 
El registro
   Para acudir a las salas adheridas a la promoción y disfrutar del descuento, simplemente hay que registrarse en la web http://www.fiestadelcine.com y presentar en taquilla la acreditación junto al DNI. Esto permite que puedas sacar una única entrada,  aunque se puede dar uso de la acreditación lo largo de los 3 días. Sin embargo en el Imperial explican que esto no se traduce a la práctica. Se trata de un proceso arcaico que solo retrasa la faena y al espectador. Mirar cada una de las acreditaciones resulta imposible y además existen muchas lagunas en el proceso. Por ejemplo el control al que deberían ser sometidos aquellos que adquieren la entrada en taquilla no es el mismo para aquellos que obtienen su entrada en la web o el cajero automático, preparado a 2,90 sin filtro alguno. En el Imperial existe un cajero operativo, no obstante la gente prefiere dirigirse a ventanilla por si existe algún problema y porque sigue gustando más el trato personalizado, para conocer las filas que quedan disponibles o escuchar recomendaciones, aunque la cola sea mucho mayor.

   Es aquí donde aparecía un segundo problema referente a la acreditación. Había que aplicar el descuento a alguien que no asistía nunca al cine por el hecho de llevar un papel en mano y no aplicarlo por ejemplo a clientes habituales que desconocían la fiesta, o a clientes con dificultades aparentes, sobretodo personas mayores, para realizar registro online. También se encontraban casos de gente que explicaba problemas con la web, impresoras… y múltiples situaciones incómodas. Aunque en esta edición los mayores de 60 años y menores de 14 no necesitan del registro, el debate moral que plantean ciertas circunstancias y el retraso que supone a la hora de agilizar la faena un proceso que no tiene una utilidad establecida, hace que se tenga muy poco o nada en cuenta y que se aplique un precio común a todo el público.

   El registro web por lo tanto es válido como archivo de datos, para contabilizar cuantas personas han acudido a la fiesta del cine en las salas españolas. Aunque tampoco sería fiable entendiendo que si te registras una vez puedes asistir tantas veces como quieras o incluso no hacerlo y que personas sin registrarse pueden disfrutar del precio establecido. A pesar de ello las cifras de afluencia son exactas en cuanto los cines mandan los datos de asistencia, en el caso del Imperial al final de cada jornada, hecho que potencia aún más la inutilidad de la acreditación.    
 
Las películas
   En cuanto a las películas que se pueden disfrutar la variedad es amplia. No obstante es sabido que la oferta no es ni mucho menos la mejor del año. Las fechas de Navidades y previas a la ceremonias de los Oscar, celebrada en Febrero, es la mejor época para la cartelera, seguida del inicio del verano donde domina un cine más desenfadado con buenas películas de acción y cine infantil. Así las fiestas del cine se han establecido este año en las fechas más flojas desde el punto de vista del cartel (Marzo y Octubre) algo que conocen sobradamente productoras y distribuidoras.
   Entre la oferta se espera que tenga mejor acogida los films estrenados este mismo fin de semana, en especial “Drácula, la Leyenda jamás contada” y “El juez”, esta última he tenido el honor de que me sea recomendada, pero también films más familiares como “Las Tortugas Ninja” u otras que están funcionando bien como “Perdida” o la última de la saga Torrente.

   En el apartado de novedades hay que incluir el preestreno que realiza el imperial, durante la fiesta del cine, de la película animada “The Boxtrolls” que se avanza al viernes y de la que también se esperan buenos resultados. Durante una fiesta del cine se convierte este hecho del preestreno en novedad, aunque es una práctica que ya se había llevado a cabo en alguna otra ocasión.  
   A pesar del amplio abanico de posibilidades que existe es muy común que en un gran porcentaje de la masa asistencial,  no haya ningún tipo de criterio a la hora de elegir, ya que si no se llega a tiempo a una sesión debido a la cola formada, o las entradas están agotadas para el film que se pretende, suele pasar que se acaba viendo cualquier cosa para aprovechar el precio “chollo” y que todas las salas se llenan.
 
Otras anécdotas
   Es común la desinformación general que existe sobre el evento, y es fácil que la gente acuda a la taquilla los días previos simplemente a preguntar cómo funciona, hecho que denota aún más que la iniciativa es buena por los precios, pero la información y publicidad no se gestiona del todo bien. Muchos son también los casos en que pasada la fiesta del cine la gente se presenta en la taquilla con la acreditación reclamando una oferta. Es sobretodo molesto para los trabajadores, cuando existen indicios de que el desconocimiento es por un motivo absoluto de comodidad llevada al extremo de no leer unas indicaciones bien especificadas, aunque la labor en la atención al público siempre va por delante y se explica tantas veces como sea necesario aplicando sobretodo el sentido común en los casos en los que se puede observar que las personas necesitan de una aclaración extra.
 
  También es frecuente a la hora de adquirir las entradas la demanda de puntos para las tarjetas cliente, especialmente de aquellos socios que acuden poco al cine, que además del precio enormemente reducido piden también que se apliquen los puntos pertinentes, una práctica que no se lleva a cabo durante estos días y que los más habituales ya conocen.

   Con todo eso a partir de esta misma madrugada, con el cierre del cine, ya se pueden adquirir vía web las entradas para la fiesta del cine, una edición en la que desde el Imperial se esperan ver esas colas interminables dado que la iniciativa se acoge de buen grado por el público. A pesar de ello existe la creencia de que no superará a la del mes de Marzo y que los números serán similares o un poco menores incluso.
   Pase lo que pase lo que si dan por hecho los trabajadores es que les tocará correr, trabajar mucho y cerrar muy tarde, algo que aunque resulte obvio decir, no es una fiesta para ellos, que no disfrutarán de las entradas a 2,90 y tendrán que esperar su ocasión para colocarse del lado del espectador.  

sábado, 25 de octubre de 2014

UN CINE HISTÓRICO

Inaugurado hace más de un siglo, el Imperial es algo más que el cine sabadellense
 
 
   Construido en 1911 y concebido exclusivamente para albergar espectáculos cinematográficos, la sala, ubicada en el centro histórico de la ciudad, no solo ha sobrevivido al paso del tiempo sino también a la evolución sufrida por el cine durante el transcurso del mismo.
  
   Tras las primeras proyecciones de los Lumière, allá  por el 1895, y con la consagración del cine poco después como arte de la mano de Mèliés, el espectáculo innovador se sitúa al servicio de la industria y empiezan como consecuencia a aparecer los primeros cines. La noche del 24 de Setiembre de 1911 se inauguró en Sabadell el “Gran Saló Imperial”, situado en la Rambla, con la colaboración musical del “Quintet Artístic” encabezado por Càstor Vila.  No fue el primero en la ciudad, pero si el primero diseñado específicamente como tal (segundo en España), en un panorama de ciudad industrial y en plena expansión económica, que además pretendía hacer lo propio culturalmente. Muchas eran las salas que ya existían para una población de 30 mil habitantes, el Doré o el Gran Cine Ideal eran ejemplos hablando de cine, así como el Cervantes o el Euterpe lo eran en el ámbito del teatro.
   De la mano de Salvador Casas Roca, que firmó un contrato que lo arrendaría a un solar perteneciente a la Enric Turull i Comadran (miembro de una familia bienestante de Sabadell), nació la idea que ejecutó el arquitecto modernista Jeroni Martorell, al que se encargó un proyecto que respondiera a las exigencias de la época a pesar de los medios modestos con que se debía llevar a cabo.

   El resultado fue un edificio representativo de una tipología funcional, estética y modernista a pesar de la simplicidad de la estructura y los materiales utilizados. Se trataba de una gran sala rectangular de líneas esquemáticas y funcionales estructurada en una gran nave central destinada al patio de butacas de doble altura y dos naves laterales más bajas y estrechas, recordando la tipología basilical romana. También tenía un amplio vestíbulo que lo dotaba de mayor grandeza. Además de todo ello, el propietario Casas que quería responder a la demanda social del momento pidió que las galerías laterales de platea se convirtieran en palcos y el piso superior no practicable, en nuevas galerías. La funcionalidad del edificio y su gran capacidad fueron las dos claves del éxito del Imperial (como se nombré popularmente por los sabadellenses).
 
Plano de la planta general del proyecto de Jeroni Martorell. Arxiu Històric de Sabadell
 
    Pero sin duda el elemento más característico del Imperial es su fachada, donde a pesar de la sencillez podía apreciarse la estética modernista. Tres grandes puertas de acceso de arcos rebajados que derivan en un cuerpo central de más altura destinado en sus inicios a la cabina de proyección y  con el grafismo del nombre y unos motivos florales como únicos elementos de decoración.
 
 
Cien años más tarde
   Es precisamente la fachada el elemento que conecta ese trayecto tan amplio entre el primer Imperial y el que se disfruta en la actualidad. Nada tiene que ver la manera de entender el cine desde sus inicios hasta hoy, pero la nueva sala que se disfruta en Sabadell desde hace poco más de una década ha conservado algunas de las cosas que habían hecho reconocible al Imperial, la más visible de ellas la réplica de su fachada original.
 
 



Fachada actual

Fachada del Imperial según el proyecto original. Arxiu històric de Sabadell

          
 
  






   A día de hoy, después de las numerosas salas que habían ocupado la ciudad durante las últimas décadas, solo podemos disfrutar de 2, ya que las demás han desaparecido. Como nos explica el propietario del Imperial Gratacós, Enric "La revolución de las multisalas no dejó lugar a más, si bien es cierto que siguen habiendo 20 pantallas en Sabadell", 11 pertenecientes al Imperial y 9 al cine Eix Macià, situado en la Avinguda Francesc Macià, junto al Parc Catalunya (centro moderno de la ciudad), también con una corta vida (17 años) pero un poco mayor que el que nos ocupa.

   Así uno a uno, los cines fueron muriendo, incluido el propio Imperial, que ya a partir de los años 60 y a pesar de las reformas, vivía una situación precaria y sobrevivía con dificultad a la competencia que iba surgiendo con los cines que se situaban en los barrios de la ciudad, como el Goya, el Avenida o el Montecarlo.

   Tuvo una pequeña recuperación en los 80, debido a situarse como sede de la Filmoteca (con el soporte de la regidora de Cultura del Ayuntamiento) y también por su exclusiva dedicación al cine infantil desde mediados de los 70, dedicando a jóvenes y nuevos aficionados que llenaban la sala los domingos por la tarde, para ver los clásicos. No obstante en 1989 cerró sus puertas.

El movimiento ciudadano y el nuevo Imperial   
   En el año 1992 se hace una revisión del Plan Especial de Protección del Patrimonio que excluye al cine Imperial, alegando el mal estado del edificio que ya había obligado a su cierre, así como la baja calidad de los materiales con que se construyó que hacen difícil su rehabilitación.
 
  Se inicia entonces un importante movimiento ciudadano que se hace eco tanto en ámbito nacional como internacional. Un movimiento de salvación del Imperial, bajo el lema “L’Imperial s´ho val” y que defiende la plena recuperación del edificio en busca de un centro dinamizador de la cultura cinematográfica. Numerosas instituciones como la Academia de las Artes y las Ciencias cinematográficas de España,  la Asociación de Historia y Cine del Institut de Estudis Catalans, incluso la Artist Right Fundation (Hollywood) se muestran favorables a este movimiento, que culmina con la Creación de la Sociedad Cinematográfica Saló Imperial 1911 que se propuso recuperarlo como patrimonio cinematográfico.
   Ante esta demanda, el Alcalde de Sabadell Antoni Farrés adquiere el solar e inicia un proyecto en el que busca alguien que quiera hacerse cargo de la construcción y explotación de un nuevo cine en espacio más limitado dejando lugar para la creación de una pequeña plaza a pie de Rambla (donde se situaba el antiguo vestíbulo) y de un edificio colindante. La propuesta del alcalde es que el Imperial no solo sea un cine sino además pueda servir como puente a iniciativas culturales de la ciudad, conservando el espíritu de la obra antigua (actualmente el Cineclub realiza sus pases la noche de los Jueves).
 
  Así la obra moderna, adaptada a un cine actual, conserva la fachada pero sin las puertas originales, ya que tras los arcos se accede a una entrada nueva y más actual. Entre los aspectos que se pactan para conservar la esencia de la estética original está el de no colocar los carteles de las películas en la misma, y estos están ubicados a pie de plaza. Se conservan también en el interior 2 joyas de la época:
 

Proyector de cine, Western Elèctric.
 Instalado en el Antiguo Saló Imperial alrededor de 1925
Piano del maestro Masllovet, director de la orquesta sinfónica de Manila, regalado a Daniel Sanahuja Capella su díscipulo, músico, compositor y director
de la orquesta del Imperial entre 1926 y 1935
 

   Además el cine, que se articula en tres plantas para aprovechar el nuevo espacio concedido, dispone en la planta cero, de su sala 1, con acceso frontal a la entrada y que es una réplica de la antigua sala, adaptada a la modernidad de los tiempos que corren. Respaldos y brazos de madera en honor a las antiguas butacas, pero sustituidas por unas más actuales, luces de la época y un cuerpo central estructurado en dos alturas que conserva los palcos de antaño, y que hoy día, a pesar de restar espacio, figuran como elemento decorativo en homenaje al Gran Saló Imperial.