domingo, 21 de diciembre de 2014

EL IMPERIAL POTENCIA EL CONSUMO DE CINE EN CATALÁN


Navidad se convierte en una época idónea para su impulso
 
   La cartelera del cine Imperial ofrece la posibilidad, entre las opciones semanales, de disfrutar en pantalla grande de películas de estreno dobladas a lengua catalana. El número de films varía dependiendo de la semana pero se trata de una alternativa cada vez más habitual sobre todo cuando se producen estrenos en el género de animación. El cine Imperial se sitúa en los  parámetros marcados por el acuerdo entre distribuidoras y Govern de proyectar un 20% de las películas que componen la totalidad de la cartelera, en catalán.

   En 2010 se aprobó la “Ley del Cine de Catalunya”, sin una previa negociación con el sector, con la que el Govern pretendía acabar con la escasa presencia del catalán en las salas, algo totalmente contrapuesto a lo que sucedía con el uso del catalán en otros sectores culturales como la literatura, el teatro, la radio, la prensa o la televisión. Para ello el polémico artículo 18 contra el que se oponía el sector cinematográfico determinaba la obligación de distribuir el mismo número de copias dobladas al catalán que al castellano y se fijaban cuantiosas sanciones económicas para aquellas distribuidoras que no cumplieran con lo establecido. El sector disponía de un período de cuatro años de adaptación donde se aumentase paulatinamente desde el 30% hasta alcanzar el 50% establecido. Quedaban exentas las películas españolas en versión original en castellano y las cintas de las que se exhibieran menos de 16 copias. A su vez las salas tenían la obligación de exhibir el 50% de proyecciones de la obra en versión en lengua catalana. A pesar de la dura normativa las proyecciones en catalán que se disfrutan en el Imperial, y que van en aumento con el paso de los años, no son fruto directo de la polémica Ley aprobada por el Parlament en Agosto de 2010, sino más bien de los acuerdos posteriores entre Fedicine y Govern y por la buena acogida que tienen, que lo convierte en uno de los cines que más apuesta por estas versiones. Tras varios años la Ley ha sido modificada actualmente y aún no se han aplicado sanciones.

   Una de las encargadas del Imperial Serra, Sarai  cuenta que “de cara a películas infantiles se está potenciando mucho el cine en catalán”. Este aspecto se produce porque es un buen método para que los padres familiaricen a los más jóvenes con el idioma pero también responde al hecho de que muchas películas infantiles y juveniles provienen de series de animación dobladas al catalán o de obras literarias tradicionalmente difundidas con éxito en este idioma. Sarai comenta que “las películas infantiles junto a las de Woody Allen siempre nos funcionan mejor en catalán”. Por eso Navidad se convierte en una época idónea para potenciar la lengua, debido a las múltiples películas que se estrenan destinadas a los más pequeños. Esta semana concretamente en el cine sabadellense se pueden escoger hasta 6 films en catalán, casi el 50% de las películas en cartelera, todo un récord. Entre ellos se encuentran las películas de animación “Saving Santa”, “Stand by me Doraemon” y “Els pingüins de Madagascar”, la producción catalana “Rastres de Sàndal” estrenada el 28 de Noviembre y aún en cartelera y precisamente una obra de Woody Allen, “Màgia a la llum de la lluna”. Todas ellas además no pueden visualizarse en castellano. Junto a ellas el estreno de animación de esta semana “Big Hero 6” se puede ver en ambos idiomas. Sarai explica que “creo que somos uno de los pocos cines que cumplimos el porcentaje de películas proyectadas en catalán superior al 20% sobre el 100% de la cartelera… aquí se respeta bastante”.

La legislación

   La industria del cine entendía que las medidas redactadas por la Ley no eran proporcionales al consumo que se realizaba de las cintas proyectadas en catalán, basándose en la comparativa de consumo con sus homólogas en castellano cuyo resultado no alcanzaba el 20%. No obstante la ley no ha llegado a aplicarse. Primero fueron las negociaciones con el sector cinematográfico que acabaron en un acuerdo en Setiembre de 2011 que estipulaba descartar las cuotas y las sanciones en principio previstas y aumentar las subvenciones al doblaje y subtitulado. Ya no se obligaba a llegar a un porcentaje determinado de cine en catalán sino fijarlo como meta. FEDICINE, la organización que agrupa al 90% de las empresas de distribución cinematográfica, y el Gremio de Empresarios de Cine de Cataluña se comprometía a que las películas dobladas o subtituladas al catalán se estrenasen en 25 o 26 cines, en un acuerdo que abogaba por un apoyo decidido, por parte de distribuidores y empresarios de salas, al cine en catalán. Su compromiso era estrenar cada vez más títulos doblados o en versión original subtitulados, además de aumentar el número de pases de estas películas.

   Tras ello, ya con el acuerdo en marcha, fue la denuncia presentada por el gremio con anterioridad a este, la que derivó en Junio de 2012 en un dictamen de la Comisión europea que obligaba a realizar cambios en la ley al ser esta, en términos de competencia, “discriminatoria” por aplicarse de manera diferente a las películas en castellano que a las de cualquiera de los distintos idiomas europeos, beneficiando así al cine español y latinoamericano. Dos años después de las exigencias de la Comisión europea, la Generalitat aprobó este Abril la modificación de la “Ley del cine catalán”. Así las cintas europeas quedan excluidas de las obligaciones de doblaje y la Generalitat podrá establecer mecanismos de apoyo para este y también para la subtitulación de las mismas. La ley fija ahora un plazo máximo de diez años para que las obras dobladas o subtituladas en catalán consigan fortalecer el cine en un idioma más extendido en el resto de medios de comunicación y en otros sectores culturales.

   A pesar de las modificaciones el debate sobre el cine en catalán se reabrió nuevamente hace menos de un mes cuando se aprobó el último proyecto de ley para fomentar e impulsar el consumo de películas dobladas. En esta ocasión la fórmula para salvar al cine catalán llegó en forma de tasa. A partir de 2015 se pretende aplicar un canon a las operadoras de 0,25 euros por cada contrato de conexión a la red  (ADSL, Fibra óptica o red móvil) y que este no pueda revertirse sobre los consumidores. Los ingresos extra se destinarán desde los presupuestos de la Generalitat a mantener las ayudas y financiar la industria del cine local. La idea es que se trate de un impuesto sobre las empresas más grandes y con mayor beneficio en favor de beneficiar a la industria audiovisual, con más dificultades y cuyos contenidos circulan además por la red. No obstante la normativa no lucha de manera directa contra la piratería (el gran mal de la industria del cine) y desde el sector se mira más allá y se entiende como una medida más para potenciar el consumo de cine en catalán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario