Navidad
se convierte en una época idónea para su impulso
La cartelera del cine Imperial ofrece la
posibilidad, entre las opciones semanales, de disfrutar en pantalla grande de
películas de estreno dobladas a lengua catalana. El número de films varía
dependiendo de la semana pero se trata de una alternativa cada vez más habitual
sobre todo cuando se producen estrenos en el género de animación. El cine Imperial
se sitúa en los parámetros marcados por
el acuerdo entre distribuidoras y Govern de proyectar un 20% de las películas que
componen la totalidad de la cartelera, en catalán.
En 2010 se aprobó la “Ley del Cine de Catalunya”, sin una previa negociación con el
sector, con la que el Govern
pretendía acabar con la escasa presencia del catalán en las salas, algo
totalmente contrapuesto a lo que sucedía con el uso del catalán en otros sectores
culturales como la literatura, el teatro, la radio, la prensa o la televisión. Para ello el polémico artículo 18
contra el que se oponía el sector cinematográfico determinaba la obligación de
distribuir el mismo número de copias dobladas al catalán que al castellano y se
fijaban cuantiosas sanciones económicas para aquellas distribuidoras que no
cumplieran con lo establecido. El sector disponía de un período de cuatro años
de adaptación donde se aumentase paulatinamente desde el 30% hasta alcanzar el
50% establecido. Quedaban exentas las películas españolas en versión original
en castellano y las cintas de las que se exhibieran menos de 16 copias. A su
vez las salas tenían la obligación de exhibir el 50% de proyecciones de la obra
en versión en lengua catalana. A pesar de la dura normativa las proyecciones en
catalán que se disfrutan en el Imperial, y que van en aumento con el paso de los
años, no son fruto directo de la polémica Ley aprobada por el Parlament en
Agosto de 2010, sino más bien de los acuerdos posteriores entre Fedicine y
Govern y por la buena acogida que tienen, que lo convierte en uno de los cines
que más apuesta por estas versiones. Tras varios años la Ley ha sido modificada
actualmente y aún no se han aplicado sanciones.
Una de las encargadas del Imperial Serra,
Sarai cuenta que “de cara a películas infantiles se está potenciando mucho el cine en
catalán”. Este aspecto se produce porque es un buen método para que los
padres familiaricen a los más jóvenes con el idioma pero también responde al
hecho de que muchas películas infantiles y juveniles provienen de series de
animación dobladas al catalán o de obras literarias tradicionalmente difundidas
con éxito en este idioma. Sarai comenta que “las películas infantiles junto a las de Woody Allen siempre nos
funcionan mejor en catalán”. Por eso Navidad se convierte en una época
idónea para potenciar la lengua, debido a las múltiples películas que se estrenan destinadas a los más
pequeños. Esta semana concretamente en el cine sabadellense se pueden escoger
hasta 6 films en catalán, casi el 50% de las películas en cartelera, todo un
récord. Entre ellos se encuentran las películas de animación “Saving Santa”, “Stand by me Doraemon” y “Els pingüins de Madagascar”, la producción
catalana “Rastres de Sàndal”
estrenada el 28 de Noviembre y aún en cartelera y precisamente una obra de
Woody Allen, “Màgia a la llum de la
lluna”. Todas ellas además no pueden visualizarse en castellano. Junto a ellas
el estreno de animación de esta semana “Big
Hero 6” se puede ver en ambos idiomas. Sarai explica que “creo que somos uno de los pocos cines que
cumplimos el porcentaje de películas proyectadas en catalán superior al 20%
sobre el 100% de la cartelera… aquí se respeta bastante”.
La legislación
La industria del cine entendía que las
medidas redactadas por la Ley no eran proporcionales al consumo que se
realizaba de las cintas proyectadas en catalán, basándose en la comparativa de
consumo con sus homólogas en castellano cuyo resultado no alcanzaba el 20%. No
obstante la ley no ha llegado a aplicarse. Primero fueron las negociaciones con
el sector cinematográfico que acabaron en un acuerdo en Setiembre de 2011 que
estipulaba descartar las cuotas y las sanciones en principio previstas y
aumentar las subvenciones al doblaje y subtitulado. Ya no se obligaba a llegar
a un porcentaje determinado de cine en catalán sino fijarlo como meta. FEDICINE,
la organización que agrupa al 90% de las empresas de distribución
cinematográfica, y el Gremio de Empresarios de Cine de Cataluña se comprometía
a que las películas dobladas o subtituladas al catalán se estrenasen en 25 o 26
cines, en un acuerdo que abogaba por un apoyo decidido, por parte de
distribuidores y empresarios de salas, al cine en catalán. Su compromiso era estrenar
cada vez más títulos doblados o en versión original subtitulados, además de
aumentar el número de pases de estas películas.
Tras ello, ya con el acuerdo en marcha, fue la
denuncia presentada por el gremio con anterioridad a este, la que derivó en
Junio de 2012 en un dictamen de la Comisión europea que obligaba a realizar
cambios en la ley al ser esta, en términos de competencia, “discriminatoria” por
aplicarse de manera diferente a las películas en castellano que a las de
cualquiera de los distintos idiomas europeos, beneficiando así al cine español
y latinoamericano. Dos años después de las exigencias de la Comisión europea,
la Generalitat aprobó este Abril la modificación de la “Ley del cine catalán”. Así las cintas europeas quedan excluidas de
las obligaciones de doblaje y la Generalitat podrá establecer mecanismos de
apoyo para este y también para la subtitulación de las mismas. La ley fija ahora
un plazo máximo de diez años para que las obras dobladas o subtituladas en
catalán consigan fortalecer el cine en un idioma más extendido en el resto de
medios de comunicación y en otros sectores culturales.
A pesar de las modificaciones el debate
sobre el cine en catalán se reabrió nuevamente hace menos de un mes cuando se
aprobó el último proyecto de ley para fomentar e impulsar el consumo de
películas dobladas. En esta ocasión la fórmula para salvar al cine catalán llegó
en forma de tasa. A partir de 2015 se pretende aplicar un canon a las
operadoras de 0,25 euros por cada contrato de conexión a la red (ADSL, Fibra óptica o red móvil) y que este no
pueda revertirse sobre los consumidores. Los ingresos extra se destinarán desde
los presupuestos de la Generalitat a mantener las ayudas y financiar la
industria del cine local. La idea es que se trate de un impuesto sobre las
empresas más grandes y con mayor beneficio en favor de beneficiar a la
industria audiovisual, con más dificultades y cuyos contenidos circulan además
por la red. No obstante la normativa no lucha de manera directa contra la
piratería (el gran mal de la industria del cine) y desde el sector se mira más
allá y se entiende como una medida más para potenciar el consumo de cine en
catalán.
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